NITTY-GRITTY: MAKE IT SHINE.
La historia de Nitty-Gritty es una historia típicamente italiana: una historia hecha de ingenio, pasión y de un tanto de casualidad. Era septiembre de 1995 cuando tres amigos con conocimientos y experiencias profesionales completamente diferentes, después de haber trabajado en algunos prototipos de acero inoxidable se dieron cuenta que para limpiar las soldaduras, al menos en Italia, faltaban propuestas válidas a la pasta decapante. La curiosidad los llevó a estudiar las tecnologías de decapado presentes en el mercado. Tras determinar los límites y defectos de las mismas, desarrollaron máquinas técnicamente más avanzadas de las existentes en el comercio, y pusieron en marcha un programa de investigación, desarrollo y mejoramiento tecnológico que continua todavía, un programa de investigación que ha hecho posible que Nitty-Gritty venda más de 50.000 máquinas en el mundo, y aportaron todos los avances tecnológicos en las máquinas de decapado de soldaduras.
Actualmente, la cultura del acero inoxidable y el extraordinario conocimiento existente en la empresa, son valores que le permiten a Nitty- Gritty ser el especialista del acero inoxidable, mejorando constantemente sus máquinas en catálogo, diseñando y fabricando máquinas de limpieza electrolítica de las soldaduras fabricadas ad hoc para satisfacer las exigencias de los clientes, garantizándoles un resultado indiscutible y un brillo del acero inoxidable que se ha convertido en la misión de Nitty-Gritty, nuestra marca de fábrica.
Nitty-Gritty: Make it shine.
¿POR QUÉ NITTY-GRITTY?

Porque somos los únicos que hemos patentado la segunda antorcha con el depósito incorporado.

Porque somos los únicos que tenemos el tampón de tecnopolímero patentado.

Porque somos los únicos que poseemos el sistema de aspiración/soplo de vapores patentado.

Porque nuestra Clinox Rec es la única máquina en el mundo que hace recircular y filtrar el electrolito.

Los primeros que hemos introducido la tecnología por inversor para evitar la corrosión por pitting.
